Deje de lado mis sentimientos, y fria y calculadora iba eligiendo victimas de las que alimentarme, me saciaban, es cierto, pero llegaba a la soledad de mi cama y ese vacio volvia. El hambre no me dejaba dormir y lloraba noche tras noche buscando un refugio que me aislara de ese frio que sentia.
Y a la mañana siguiente, vuelta a la rutina, a esa felicidad fingida, a esa falsa sonrisa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario