Me parece tan siniestro este bien estar, no encontrar ningun nudo en esta historia. Temo que los conflictos esten a la vuelta de la esquina para atormentarme de nuevo, que esta perfeccion pueda esfumarse, que el sol se esconda tras las nubes grises y comience a llover, que el calor que ahora acaricia mi piel se convierta en escarcha, que los cristales se empañen y no me dejen ver con claridad la realidad, que este estado de euforia me lleve a la mas irremediable depresion, que estas vistas se vean interrumpidas por altos edificios, que descienda de un golpe de la cima, que los besos se transformen en miradas de indiferencia y esta sonrisa estupida que dibujas en mi cara se derrame en forma de lagrimas que mojan mis mejillas.

El deseo de volver a ese circulo de malos vicios me invade la piel.

Al verme acurrucada en tu cama, sin apenas palabras para describir esa sensacion, me doy cuenta de que no hay otra lugar donde me gustaria estar ni otros besos que me sepan mejor.